En Los Palacetes, la luz es arte. Ventanas esculturales capturan la esencia del día, mientras que la maestría de los instaladores se revela en un juego de luces y sombras que transforma cada espacio. Un lujo sutil que acaricia los sentidos y eleva la experiencia de vivir.
La maestría de los instaladores se revela en cada detalle, creando una sinfonía de luz que acaricia los sentidos. Al caer la noche, la iluminación cobra vida, transformando cada espacio en un escenario mágico. Y para completar la experiencia, un spa donde el tiempo se detiene y el bienestar se convierte en protagonista.